Descubre y cuida las plantas autóctonas de Tenerife
¿Sabías que Tenerife es un paraíso para los amantes de las plantas? Su clima subtropical y su origen volcánico han dado lugar a una flora única y diversa, que incluye especies endémicas que solo se encuentran en esta isla. En este post te vamos a hablar de cuatro plantas singulares de Tenerife: el drago, la retama, el tajinaste y la tabaiba. Además, te daremos algunos consejos para que puedas cuidarlas en casa o en el jardín.
El drago es el árbol más emblemático de Tenerife y uno de los más longevos del planeta. Su tronco grueso y retorcido, sus ramas en forma de candelabro y sus hojas verdes y lanceoladas le dan un aspecto majestuoso. Pertenece a la familia de las asparagáceas. La savia roja de este árbol, llamada sangre de drago, tiene propiedades medicinales y tintóreas. Además, para cuidar un drago, debes ubicarlo en un lugar soleado y protegido del viento, regarlo moderadamente y abonarlo una vez al año.
La retama es una planta arbustiva que crece en las zonas altas de la isla, especialmente en el Parque Nacional del Teide. Pertenece a la familia de las leguminosas. Sus flores blancas o rosadas forman racimos muy aromáticos que contrastan con el paisaje volcánico. Para cuidar una retama, debes ubicarla en un lugar con buena iluminación y ventilación, regarla poco y abonarla con un fertilizante rico en nitrógeno.
El tajinaste es una planta herbácea que también crece en las zonas altas de la isla de Tenerife, sobre todo en las Cañadas del Teide. Pertenece a la familia de las boragináceas. Sus flores rojas o azules forman espigas muy vistosas que pueden alcanzar los tres metros de altura. Para cuidar un tajinaste, debes ubicarlo en un lugar con pleno sol y suelo bien drenado, regarlo escasamente y abonarlo con un fertilizante mineral.
La tabaiba es una planta suculenta que crece en las zonas bajas y secas de la isla, especialmente en el sur de Tenerife. Pertenece a la familia de las euforbiáceas. Sus tallos verdes y carnosos tienen forma de candelabro y sus flores amarillas son pequeñas y discretas. Su savia lechosa es tóxica y puede causar irritación en la piel o los ojos. Para cuidar una tabaiba, debes ubicarla en un lugar con mucho sol y poca humedad, regarla muy poco y abonarla con un fertilizante específico para cactus.
Estas son solo algunas de las especies autóctonas de Tenerife que puedes cultivar en casa o en el jardín. Te invitamos a que las descubras y las disfrutes, pero siempre respetando su hábitat natural y evitando su extracción ilegal. Recuerda que son parte del patrimonio natural de la isla y que debemos conservarlas para las generaciones futuras.